lunes, 11 de abril de 2016

CONFLICTOS DEL SOBREPESO

DESPROGRAMANDO EL SOBREPESO desde la BioNeuroEmoción

La obesidad, el exceso de peso, incluso ese sobrepeso de algunos kilitos que se nos ponen y se instalan, es una “expresión externa” que nos está dando un mensaje para que miremos en la “causa”, que está dentro de nosotros.

Funciona como cualquier enfermedad, tanto si es un cáncer, como si es una gripe, o tenemos tos, o si nos torcemos el tobillo, o nos duelen las lumbares, el exceso de peso es también el efecto que se manifiesta en nuestro cuerpo, de una emoción que no hemos exteriorizado y que el inconsciente biológico toma como urgente solución.

Debemos buscar los conflictos que originan el sobrepeso. Hoy veremos los programas desencadenantes que se dan ahora, en nuestra edad cronológica. Dejaremos para otra nota la búsqueda de los programas estructurantes en el Proyecto Sentido y en el estudio del Transgeneracional.

Para la BioNeuroEmoción cuando hay una acumulación excesiva de grasa, nos debemos preguntar en qué situaciones específicas no nos hemos sentido con suficiente estructura. Porque la grasa tiene la función de amortiguar, proteger y mantener en su lugar los órganos internos, es decir sujetarlos dentro de una estructura.

Veremos 5 Conflictos
1.- Conflicto de abandono: En la naturaleza cuando se es abandonado, no se tiene  defensa y esto puede significar la muerte. Para sobrevivir la única opción es alimentarse y almacenar la mayor cantidad posible de alimento para hacerse grande, porque hay que imponerse al adversario para atemorizarlo.
2.- Conflicto de silueta: Cuando se establece un sobrepeso, aparece un subprograma de desvalorización estética. Cuando una persona desea por encima de todo adelgazar espera que todo lo que haga produzca un resultado inmediato, lo que hace que mantenga vivo el conflicto. Además, la dieta no es comprendida por el inconsciente biológico que interpreta que hay peligro por falta de alimento y esto hace que se aumenten las reservas para evitar perder peso y se retiene líquidos. Y así se  reprograma continuamente, es el conflicto mas duro de deshacer.
3.- Conflicto de carencia indigesta: Está relacionado con la falta de alimento materno, tanto real (falta de lactancia) como simbólico (falta de afecto de la madre). El vínculo entre la madre y el niño es vital para el correcto desarrollo del bebé. En la alimentación natural, la cantidad consumida es determinada por el niño, cuando es alimentado por mamadera, se le estimula para ingerir hasta la última gota. También cuando hay un destete prematuro o brusco provoca la pérdida del alimento mas nutritivo y el contacto con la madre y el bebé lo puede vivir como un abandono.
4.- Conflicto de identidad: No tener lugar en la familia o en el clan, porque no es del sexo deseado o porque la madre se queda embarazada para solucionar algún síntoma.
5.- Conflicto de las grasas: La grasa proporciona resistencia al frío y mantiene el calor. Por tanto, nos protege de las “relaciones frías” y evita la “pérdida de calor humano” y de “contactos peligrosos”. Y como la grasa almacena una gran cantidad de células madres que pueden convertirse en hueso, cartílago y músculos, se entiende como que nos puede proporcionar la estructura necesaria que sentimos que nos falta.

Existen otros factores a tener en cuenta, como la obesidad derivada de una alteración glandular, bloqueos personales, factores metabólicos, etc.
Y como hemos dicho al principio, buscaremos también en el árbol genealógico los programas estructurantes.
Todo esto será tema para un próximo número.
(Parte de esta nota es un extracto del Tratado de BioNeuroEmoción de Enric Corbera)

Graciela A. Quattrocchi- Especialista en BNE

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